LA FORTALEZA INTERIOR

Muchas veces cuando pensamos que no podemos más por el cansancio, y pensamos que vamos a desfallecer, y un ser querido se hace daño o le pasa algo, sacamos una fuerza de dentro que era impensable unos minutos antes. Aunque se le hubiera caído un armario encima a nuestra pareja, podríamos levantarlo en decimas de segundos. Por eso muchas veces dicen que el cansancio es psicológico… Porque podemos ir al gimnasio, pasarnos una hora dando saltos sudando como locas, los chicos en la sala de pesas, levantando las mancuernas y dejando hasta su alma en las máquinas, pero eso sí, cuando salimos decimos:  Dios que bien me siento!!!  Y sabéis por qué? Porque en esa hora no hemos pensado en nada más, hemos estado pendientes de seguir los pasos de aerobic (que ya es difícil) o de cuantos kilos podemos levantar. Eso es lo que tendríamos que hacer con el día a día, centrarnos solamente en lo que estamos haciendo en ese momento y no en lo que tenemos que hacer después, no pensar en lo que vendrá mañana.

La gente que no tiene trabajo, se queda hundida sin fuerza, pensando que si no encuentra trabajo de que va a vivir mañana. Mañana? No pienses en el mañana, piensa en el ahora, date una buena ducha, vístete bien, y pinta en tu cara tu mejor sonrisa, patéate las calles y entra en todos los sitios ofreciéndote, sabes que eres capaz de realizar cualquier tarea, te gustara más o menos, pero solo hay que creérselo para conseguirlo.

Lo mismo pasa en una relación cuando hay una ruptura, te sientes triste, débil, sin fuerzas para seguir, porque solo pensamos en mañana, y mañana quien me abrazará? Con quien mirare las pelis en el sofá? Quien vendrá conmigo a pasear?....No pienses en el mañana, y saca tu fuerza interior, vete al gimnasio…que te aseguro que no pensarás, y cuando salgas te dirás (Dios que bien me siento!!!) y quien dice el gimnasio, dice un viaje, organizar el armario, o hasta limpiar la cocina, lo importante es no pensar.

Cuando estaba en Madrid y mi relación terminó, los días se me hacían eternos, ni salían lágrimas de mis ojos, no dormía me sentía agotada, hasta que decidí coger un coche y volver a mi ciudad, 600 km de distancia, y poca experiencia en conducir. Eso hice fui alquilar un coche, recoger mi ropa, y aunque el día anterior me había caído agujereándome el codo (si agujereándomelo clavándome la única piedra en punta que había en todo el suelo) con puntos en el codo, y un vendaje de muñeca a bíceps, salió mi fuerza interior, y conduje los 600 km, sin dejar de sonreír, no podía pensar en nada más que en conducir, mi mente no pensaba en mañana, solo en ahora, claro está que la compañía que tenia a mi lado es un tesoro de amiga que voló el día anterior para darme su apoyo. Pero hubiese venido conmigo o no lo hubiese hecho igualmente. Os puedo asegurar, que esa fuerza interior, la tengo ahora exterior constantemente, porque no pienso en mañana, solo en hoy, vivo cada instante, cada momento lo disfruto, y por muy solos que os podáis sentir a veces todos tenéis cerca alguien que volaría por vosotros, pero con tanto pensar ni los veis.

Y hasta aquí se despide hoy vuestra incondicional adicta a la vida